martes, 12 de febrero de 2013

"Palabra de gitano" ofende

El pasado domingo Cuatro, en un alarde de innovación y de incorporación de nuevos contenidos a su programación, estrenó Palabra de gitano. El programa viene a ser una docuserie spin-off de Callejeros, que promete en palabras de su director,  Jacobo Eireos, "Conocer la cultura gitana más allá de los estereotipos y clichés forjados a lo largo del tiempo; dar voz a los miembros de su comunidad para que ellos mismos expliquen sus costumbres y tradiciones y compartir y sumergirse de lleno en su día a día, sus rituales y sus celebraciones para comprender sus valores más arraigados." A lo que añade que el programa "es diferente a todo lo que se ha mostrado sobre las costumbres y la vida del pueblo gitano. A través de situaciones hasta ahora nunca vistas como la prueba del pañuelo, una mediación entre patriarcas, el bautismo de mayores, la manera de afrontar la muerte o cómo se enamoran los jóvenes, descubrimos un universo y unos personajes increíbles que habían tenido muy pocos minutos en televisión". Que en Cuatro te hablen de que la cultura gitana ha tenido muy pocos minutos en televisión es como si en TVE se les ocurre promocionar una docuserie de la Guerra Civil como lo nunca visto en televisión. Pero una siempre mantiene la esperanza y quiere creer en eso de conocer la cultura gitana más allá de los estereotipos y clichés forjados a lo largo del tiempo. 

Por ser benevolente, diré que, para no querer caer en estereotipos, no eligieron el mejor capítulo para estrenarse. Es más, la Fundación Secretariado Gitano ya se ha pronunciado contra el programa precisamente "por perpetuar clichés de manera muy peligrosa". Este primer episodio se centró en los ritos y ceremonias de las bodas gitanas, y si, el principal atractivo del programa fue ver casi en plano de pornógrafo, como le hacían a "La Vaca" (apodo de Inés, la prometida) la prueba del pañuelo. Hasta con planos aéreos de la concurrida estancia, muy elegante la presentación.



Obviando el hecho de que estoy casi segura de haber visto el yeli (nombre en caló que recibe el ritual) ya en televisión, y más concretamente en Cuatro, la novedad podría haber estado en buscar diferentes discursos sobre el tema dentro la comunidad gitana, en conocer la versión de las distintas asociaciones y fundaciones gitanas en función de sus objetivos e ideologías, en investigar sobre las formas de apropiación del ritual y su contenido en valores culturales de las nuevas generaciones...y no en retratarlo como algo inmóvil e invariable en el tiempo, que nació así y así se quedará "porque el día que no haya yeli no habrá gitanos" y punto y se acabó. Esto va de meter un pañuelo a la casadera por sus partes, sacar tres rosas que muestren que es vírgen, y tirarle peladillas por encima. ¿Alguna duda? Pues hombre, muchas. Pero tampoco esperaba que vosotros me las resolviérais.

El problema grave está en que nadie las resuelve. En que el Patrimonio Cultural es el patrimonio de la cultura hegemónica, lo que se hace especialmente visible si miramos qué patrimonializamos de los gitanos. Nada. Miento, la UNESCO declaró bien de la humanidad al flamenco, aunque cabría cuestionarse si conciben el flamenco como algo andaluz o gitano y porqué hizo tal declaración en 2010 y no antes, cuando la propuesta llevaba sobre la mesa más de 15 años. En vez de dignificar y encauzar unas vías para la protección y la puesta en valor del patrimonio cultural gitano (que es especialmente frágil por ser en su gran mayoría de carácter inmaterial y transmitido de manera oral, y abrumadoramente rico en rituales, ceremonias, cuentos y aforismos, creencias y estilos de vida) nos limitamos a estereotiparlo y ridiculizarlo gracias a chuscos intentos de caricatuzarlo documentarlo, que acaban por recordar a formas obsoletas por su paternalismo y su etnocentrismo de retratar la vida tribal.

Tal y como sostiene Anne Marie Mamontoff, la inclusión de la riqueza inmaterial gitana entre los bienes patrimoniales de la humanidad, permitiría una revalorización de su cultura y una puesta en valor de su identidad, que facilitaría "nuevas lecturas de las comunidades gitanas por los no gitanos" así como la apertura de una nueva vía para el desarrollo económico y social de las mismas.

http://www.teoriaypraxis.uqroo.mx/doctos/Numero8/Mamontoff.pdf

Palabra de gitano ofende y no sólo a los gitanos, sino a la intelegencia. ¿Sabemos en qué consiste el yeli porque el domingo a la hora de la cena vimos a una chica de 21 años despatarrada sobre una mesa? ¿Nos pretenden mostrar una nueva perspectiva de la cultura gitana incidiendo en estereotipos y perpetuando una visión que encierra un discurso discriminatorio?




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